Abu Simbel

Ramsés II no era un faraón cualquiera, y es que su orgullo le llevó a constuir uno de los templos más impresionantes de todo Egipto... con él mismo como protagonista a pesar de que el templo estaba supuestamente dedicado a las deidades de Amon y Re-Harakhte.

El templo estaba situado de forma que cualquier ejército que viniera del Sur por el Nilo y quisiera adentrarse desde Nubia dentro de los territorios Egipcios viera colosales estatuas del faraón Ramsés II mirando fieramente hacia su posición, con la idea de asustarlo. Al lado de las estatuas del faraón aparecen las de su familia, muchísimo más pequeñas e insignificantes, así como el santuario interior donde se encuentran los dioses, de dimensiones casi ridículas comparativamente, aunque con el interesante fenómeno de que el 22 de Febrero y el 22 de Octubre un rayo de luz llega hasta ellos y los ilumina, fechas que una vez más realzan el orgullo de Ramsés II, pues coinciden con su cumpleaños y su fecha de coronación.

Al lado del templo principal se encuentra también el Templo de Nefertari, su esposa, que de igual manera posee en su entrada 4 estatuas gigantes del faraón y tan solo 2 de su esposa, relegándola de nuevo a un segundo plano, incluso en su propio templo, en favor de su propia grandeza percibida.

Ambos templos fueron salvados y trasladados en la década de los 60 debido al ascenso del agua por la presa de Aswan, con lo que su posición no es la original, sino que está a unos 200 metros del lugar donde se encontraban y a una altura superior.

Saliendo de Abu Simbel para explorar más al Norte las orillas del lago Nasser encontramos otros templos relocalizados debido a la construcción de la famosa presa. En la orilla Oeste se encuentran 3 templos en un único complejo con una entrada única: el de Wadi es-Seboua, hecho por Ramsés II, el de Dakka, iniciado por Arkamani, y el de Maharraqa, pequeño y inacabado, de tiempos greco-romanos, en honor al dios Serapis. Algo más alejado está el templo solitario de Amada, uno de los más antiguos templos Nubios de la zona y con unas preciosas tallas en la piedra. Finalmente, en la orilla Este se encuentra la fortaleza de Qasr Ibrim, con más de 2.500 años de antigüedad.